viernes, 30 de septiembre de 2016

Cómo elaborar Pronósticos Deportivos para Apuestas de Fútbol

La elaboración de pronósticos es una de las claves en la operativa de apuestas deportivas. De ellos depende, en gran medida nuestro éxito en el largo plazo. Sin una buena estimación sobre las posibilidades de los equipos que nos permita entrever el resultado más probable de los partidos de fútbol, difícilmente lograrás buenos resultados.

Y si quieres ir más allá en este juego y convertirte en tipster, será tu habilidad demostrada logrando verdes con tus pronósticos y picks los que determinen la medida de tu éxito.

Así que pronosticar bien ha de ser una de tus primeras prioridades en este juego. No se trata de predecir cuál de los conjuntos que se enfrentan va a ganar, con mayor probabilidad, el partido. Eso no es necesario ni pensarlo. El resultado con cuota más baja es siempre el que más gente opina que sucederá, y seguramente tengan razón. Así que apostar de ese modo no es la forma de ganar dinero de verdad. Como ya hemos discutido en varias ocasiones, lo que debes averiguar es si las cuotas reflejan la realidad. Y eso ya es otro cantar.

La mayor parte de las operaciones que se cruzan en el mundo del juego son apuestas de valor. En esta modalidad de apuestas deportivas, los pronósticos y las cuotas son los ejes en torno a los cuales debe girar tanto la decisión de abrir la posición, como la determinación del stake. Hablando en plata: apostaremos mucho dinero, poco, o no lo haremos en absoluto según resulte la comparación de ambos parámetros. La cuota es fácil de saber porque nos la dirá la casa con la que trabajemos. Lo difícil es realizar el pronóstico.




Hay muchos apostantes que basan en su experiencia y el conocimiento profundo del fútbol que desarrollan equipos, jugadores y entrenadores para realizar este análisis. Está bien. Un cerebro humano bien entrenado es capaz de eso y de mucho más.

Seguramente, si has visto muchos partidos de la liga española, de la Premier League o de la Bundesliga puedas desarrollar ese sexto sentido que te permita apostar de ese modo. Sin embargo, si tienes poca experiencia te será difícil decir, a ojo, si una cuota es buena o mala.

Lo suyo es tener una referencia objetiva y numérica sobre las probabilidades de que estamos hablando. Y a poder ser, seguir unas pautas y unos métodos sencillos que nos permitan ser consistentes y adquirir una buena práctica de trabajo. Sí, es verdad, en lo estructurado y cabecicubo se me nota a la legua que soy ingeniero. Es lo que hay. De todas formas aunque seas un veterano, este tipo de referencias y la sistematización del trabajo tampoco te vendrán mal. Te pueden ayudar a interiorizar mejor la dinámica de los partidos y a la observación y examen los resultados.

Estadísticas y datos históricos
 
Lo primero de todo a la hora de confeccionar pronósticos de fútbol es tener clara una referencia estadística de la competición sobre la que estés apostando. Recordemos que no solamente queremos saber quién va a ganar en un Real Sociedad vs Athletic de Bilbao, sino las probabilidades de que los donostiarras se lleven el partido, de que haya tablas, o de que venzan los vizcaínos. Para ello, los números basados en la clasificación son lo más apropiado como ya fue demostrado anteriormente.

Pronósticos para hoy: situación actual de equipos y jugadores
 
Las estadísticas tienen la pega de que son una foto del pasado, pero nosotros queremos realizar un pronóstico a día de hoy. Los jugadores cambian, las plantillas evolucionan y las tácticas de los entrenadores se adaptan a los nuevos tiempos. Así que aunque la historia siempre ayuda a darnos un punto de apoyo, no es suficiente.

Aquí interviene nuestro conocimiento de la forma de plantear los partidos, de la actualidad que rodea a los clubes, y de la situación anímica y la moral de cracks y peones.

No será la mismo que los rivales se enfrenten en igualdad de condiciones con las plantillas a pleno rendimiento, que el Barça visite el Bernabéu con Messi lesionado, Neymar sancionado y con Iniesta en un estado de baja forma alarmante. Obviamente, será más difícil su victoria en esa tesitura a si visita al eterno rival merengue con todas sus estrellas al máximo de potencial físico. Tampoco es lo mismo llegar a un encuentro clave tras una buena racha de resultados que llena de confianza a los deportistas, que en medio de la convulsión interna producida por una crisis institucional que lleve al presidente a ser investigado por los tribunales de justicia, o al entrenador a recibir continuas críticas internas y externas.

Todos estos factores afectan al desempeño de los equipos. Sin embargo, por desgracia, son de difícil cuantificación. ¿Un 5%? ¿Un 10%? Esto es ya difícil vaticinar. Lo que sí podemos decir es si las situaciones que rodean el partido favorecen a uno u otro de los contendientes, y ver si el valor de las apuestas crecerá o disminuirá según estos factores. Dicho de otro modo, podremos estimar si la estadística que hemos calculado del anáisis histórico debería ser corregida más bien al alza, o a la baja.

La referencia de las cuotas y el pronóstico
 
Ya sabemos que toda cuota tiene asociada una probabilidad implícita, y que ésta es la que debemos comparar con la real. Para saber la real, tenemos la referencia histórica de las estadísticas, y el estudio cualitativo de las circunstancias que rodean a escuadras y jugadores. ¿Cómo lo ponemos todo junto?

Una forma sencilla de hacerlo es comparar la estadística con la cuota, y que sea el veredicto sobre los factores externos quien haga de juez en caso de igualdad termine de inclinar el fiel de la balanza.

Pongamos un ejemplo. Imaginemos que decidimos apostar en un partido de la liga inglesa entre el Swansea City y el Newcastle. Tras consultar los datos y clasificación de la Premier League, vemos que como son clubs de la tabla media hay aproximadamente un 33% de posibilidades de cualquier resultado. La cuota para victoria local es de 3, por lo que probabilidades reales e implícitas andan igualadas. Sin embargo, si el delantero centro del Swansea trae una racha goleadora excelente mientras que la zaga visitante sufre varias lesiones entonces podemos decidir que las condicones particulares favorecen a los locales, y que su expectativa de victoria es superior a lo que marca la fría estadística.

Si la coyuntura es la contraria, o bien no encontramos razones suficientes para justificar una diferencia respecto de la estadística, renunciaríamos a asentar la apuesta.

Es posible complicar mucho más la casuística y determinar muchas más vicisitudes. Incluso, se pueden llegar a generar modelos multivariables complejos para llegar a dar números a todo esto –vaya, volvió a aparecer el ingeniero. Pido disculpas, a pesar de que no soy el único que opina que tirar de matemáticas ayuda en las apuestas de fútbol. Las cosas bien hechas y con rigor terminan dando sus frutos.

Pero en fin, para un primer análisis es suficiente. Si estás empezando, hay que comenzar con métodos sencillos, y en ese caso no te vendrán mal algunos consejos muy rentables para empezar a apostar con buen pie. Y si llevas tiempo en esto, la propia experiencia te ayudará a coger criterio.

En definitiva
 
La fase de pronósticos es las más divertida e interesante de las apuestas deportivas. Es la que nos obliga a seguir cada día nuestro deporte favorito, a conocer a los jugadores, las tácticas y todo aquello que rodea a la competición. Y además, hacerlo bien determina nuestro rendimiento a largo plazo. Por ello, conviene esforzarnos en que sean lo más certeros que podamos. Es verdad que en ocasiones es una práctica sana consultar opiniones de expertos y picks recomendados por otros tipsters. Se aprende escuchando a los que saben. Pero en cualquier caso nos interesa disponer de nuestra propia evaluación de los resultados, aunque sólo sea para saber si las premisas en la que se basan estas recomendaciones ajenas son válidas. Al final, los mejores pronósticos deportivos los realizamos nosotros mismos. Son los más divertidos.

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